10/1/10

El Ultimo Samurai

El venia de otro pueblo, Lanus, era un eximio aunque renegado tecnico que pasaba sus tardes perdido en el alcohol que alguna cerveza servida en bar de mala muerte podia brindarle. Sus recuerdos lo atormentaban, postales de un sordido pasado que lo condenaba y lo condicionaba a una vida solitaria en Novadartia.
La oferta fue mas que tentadora, un buen salario que le daria por fin una salida a esa terrible existencia, y el acceso a mejores cervezas y una muerta de cirrosis digna de él. En estas nuevas tierras de Amadenia, su mision seria enfrentar un temible y legendario pueblo: los Samurais. Todo fue bien en los comienzos; el representaba a un nuevo concepto y debia erradicar de esta nacion a los sucios y arcaicos samurais. Pero pronto veria que no todo lo que brilla es oro: los samurais no tenian miedo a la muerte y vivian regidos por un codigo de honor estricto. En una de estas cruentas batallas fue que cayo prisionero de este antiguo clan.
Contrario a lo que penso, ser prisionero de los Samurais no acarraria su muerte, sino que le fue permitido convivr con ellos, aprender sus costumbres y rituales, el manejo de la espada, hacer tareas funcionales, aprender a respetar y ser respetado, y vivir subordinado a ese noble codigo de honor....con el tiempo supo adoptar a ese pueblo como su pueblo, y encontro el amor, y se volvio un Samurai y comprendio que su lucha estaba mal.
Hoy, hace un año, se lo vio por ultima vez, luchando contra los ideales de esta nueva Amadenia. La mayor batalla de la que se tenga recuerdo en esas tierras, en la perecieron todos los Samurais, y en la que el director de Amadenia dio comienzo por fin a una nueva era en la que impondria su reinado de terror y mentiras...
...y asi fue que la era de los Samurais termino. Muchas veces se dice que las naciones como los hombres, tienen su propio destino. Nadie sabe que paso con el tecnico que se convirtio en Samurai funcional. Algunos dicen que murio de sus heridas. Otros, que regreso a su Lanus natal. A mi, me gusta pensar que finalmente encontro un poco de paz, esa que todos buscamos, pero que pocos encontramos alguna vez.